domingo, 18 de noviembre de 2012

Cofradía Marraja


Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocida popularmente como de los marrajos. Su color distintivo es el morado, y desfila cuatro veces, el Lunes, Viernes, en su madrugada y en su noche, y el Sábado Santo. Es la Cofradía más antigua que procesiona actualmente.

Data su fecha de fundación con la compra de la Capilla del Convento de Santo Domingo en 1641, como documento más antiguo de ésta. Debe su nombre popular a la leyenda de que se pescó un marrajo, de la familia de los tiburones y relativamente abundante en nuestras costas, y que con el dinero obtenido de la venta de ese producto se sufragó la salida de la procesión. Tiene capilla propia, con retablo de estilo barroco, en la Iglesia Castrense de Santo Domingo.

El hábito del nazareno consiste en una túnica de terciopelo morado con capuz del mismo género, zapatillas de color negro con hebilla metálica plateada y lazo morado, cíngulo de cordón blanco, salvo para el Hermano Mayor que lo usará dorado y los Presidentes de Agrupación que lo llevarán plateado; calcetines y guantes de color blanco hasta el mediodía del Viernes Santo y negros desde esa hora; con báculo o vara metálica rematada por una cruz, salvo el del Hermano Mayor, que irá rematado por una cruz doble, y el de los Presidentes que lo irá por el escudo de su Agrupación.

La medalla de la Cofradía fue diseñada en 1917 por Juan Miguel Cervantes, y consiste en una cruz latina trebolada flanqueada por las iniciales J N e inscrita en una corona de espinas, potenciada por rayos en toda su circunferencia y rematada por la corona real de España. Se luce en el pecho, pendiendo del cuello por un cordón entrefilado en oro, siendo éste de oro y prendido por un pasador del mismo material para los Consiliarios, con dos pasadores para los Comisarios Generales y con tres para el Hermano Mayor. 

La Cofradía se divide, para su mejor organización (al igual que las otras Cofradías), en Agrupaciones, siendo éstas las siguientes, por orden de antigüedad:

- Agrupación del Santo Sepulcro y Expolio de Jesús
- Agrupación de San Juan Evangelista
- Agrupación de la Stma. Virgen de la Soledad
- Agrupación de la Stma. Virgen de la Piedad
- Agrupación de la Santa Agonía, Vera Cruz y Condena de Jesús
- Agrupación del Santísimo Descendimiento de Cristo y Paso de la Primera Caída.
- Agrupación de Granaderos
- Agrupación del Santo Cáliz
- Agrupación de Soldados Romanos
- Agrupación de Nuestro Padre Jesús Nazareno
- Agrupación de los Estudiantes, Cristo de Medinaceli y Santas Mujeres
- Agrupación de la Verónica
- Agrupación del Santo Entierro de Cristo
- Agrupación de Santa María Magdalena
- Agrupación del Santo Sudario de Cristo
- Agrupación de Portapasos Promesas de la Stma. Virgen de la Piedad
- Agrupación de Portapasos Promesas de la Stma. Virgen Dolorosa
- Agrupación de la Lanzada
 

PROCESIONES MARRAJAS:

Lunes Santo. Denominada de "las promesas", en 1930 se le dio carácter de procesión al traslado que cada año se venía haciendo de la imagen de la Santísima Virgen de la Piedad, dando así cabida a los miles de personas que deciden acompañarla atendiendo a alguna promesa efectuada. Al paso del trono de La Piedad por las puertas, abiertas, de la Basílica de La Caridad, el trono es girado mirándose, frente a frente, las dos advocaciones marianas. Salida: 21 horas desde la Iglesia de Santa María de Gracia. ComposiciónIntegrada por Grupo de acompañamiento del Sudario, Agrupación de Granaderos, Santo Cáliz, Trono Insignia de la Piedad y Santísima Virgen de la Piedad. ItinerarioAire, Cañón, Mayor, Plaza de San Sebastián, Puerta de Murcia, Santa Florentina,  Parque, Plaza de López Pinto, Serreta, Caridad, Duque, Plaza de San Ginés, San Francisco, Campos, San Miguel, Aire a Iglesia de Santa María de Gracia.

Viernes Santo. Las del Viernes Santo son las más antiguas de la Cofradía, datándose de 1663, aunque
hay constancia de la participación de la Cofradía, con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en la procesión que algunos años se celebraba en la mañana de Viernes Santo, anterior a esta fecha.

Nada más recogerse la procesión california del Silencio, rompen el ambiente los marrajos con los típicos pasacalles de sus tercios de granaderos y judíos (Soldados Romanos) que anuncian a la ciudad la inminente salida de los cortejos marrajos en la Procesión del Encuentro o de la Calle de la Amargura. La Lonja de Pescados acoge la salida en la madrugada de este día la impresionante salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Titular de la Cofradía, que recorriendo las típicas calles de Santa Lucía acude al Santo Encuentro con la Santísima Madre Dolorosa, confluyendo las dos imágenes frente a frente en la Plaza de la Merced, actuando como testigos mudos de este acto los pasos de La Verónica y de San Juan Evangelista. Una tercera procesión que parte de la Iglesia de Santa María se une en la plaza del Lago para continuar todos, fundida en una sola procesión, entre el bullicio y el cansancio de toda la noche para recogerse con las primeras horas de la mañana.

Primera Procesión: Procesión de la Mujer Verónica. Salida: 2'45 h. desde la Iglesia de Santa María de Gracia. Orden y composición: Agrupación de granaderos, Santo Cáliz, Condena de Jesús, Paso de la Caída, Mujer Verónica. Itinerario: Aire, San Miguel, Campos, Plaza de San Francisco (lados oeste y norte), Arco de la Caridad, Caridad, Plaza del Risueño, Don Roque, Plaza de Roldán, Saura, Gloria, San Diego y Plaza de la Merced.

Segunda Procesión: Jesús Nazareno. Salida: 3'00 h. desde la Lonja de Pescado de Santa Lucía. Orden y composición: Agrupación de Soldados Romanos, Nuestro Padre Jesús Nazareno. Itinerario: Pescadería, Subida del Nazareno, Paseo Delicias, Puente Mompeán, Avda. Trovero Marín, Plaza Bastarreche, San Diego a Plaza de la Merced.

Tercera Procesión: Nuestro Padre Jesús de Medinaceli. Salida: 3'10 h. desde la Universidad Politécnica de Cartagena. Orden y composición: Nuestro Padre Jesús de Medinaceli. Itinerario: Universidad, Muralla Carlos III, San Diego, incorporándose a la altura de la Calle de La Gloria a la primera procesión.

Cuarta Procesión: Santísima Virgen Dolorosa. Salida: 3'20 h. desde la Iglesia de Santa María de Gracia. Orden y composición: San Juan y Santísima Virgen Dolorosa. Itinerario: Aire, Jara, Campos, Plaza de San Francisco (lado oeste y norte), Arco de la Caridad, Caridad, Plaza Risueño, Don Roque y Plaza de la Merced.

El Encuentro de Jesús Nazareno y su Madre la “Pequeñica”  se produce a las 5 de la mañana en la esquina del Palacio de Aguirre en la Plaza de la Merced, y desde allí, formando todos una sola procesión, continuando con el siguiente itinerario: Duque, San Francisco, Campos, San Miguel, Aire, Cañón, Mayor, Aire y Santa María de Gracia, donde se despide a la Santísima Virgen Dolorosa cantando la popular Salve cartagenera.

Procesión del Santo Entierro de Cristo – Con las primeras sombras de la noche la Cofradía Marraja pone en la calle toda la solemnidad y suntuosidad posibles en la procesión del Santo Entierro de Cristo. Uno a uno irán desfilando, ante un público expectante que abarrota la carrera, los momentos últimos de la Pasión de Jesús. La genial gubia de José Capuz da vida a la representación marraja. Jesús Nazareno, el Expolio de Jesús, el Santísimo Cristo de la Agonía, La Lanzada, el Descendimiento de Cristo, La Piedad, el Grupo del Santo Entierro, el Cristo Yacente, Santa María Magdalena, San Juan Evangelista y la Santísima Virgen de la Soledad, acompañados de cientos de penitentes en el que destaca el riguroso orden, y la solemnidad del acompasado paso de los tercios al ritmo de las marchas pasionales, realzan los bellos tronos, cuajados de flor y luz, en una procesión en la que los cofrades morados ponen el listón en la máxima altura.

Salida: 21 h. desde la Iglesia de Santa María de Gracia. Orden y composición: Granaderos, Santo Cáliz, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Expolio de Jesús, Santa Agonía de Cristo, Lanzada, Santísimo Descendimiento, Santísima Virgen de la Piedad, Santísimo Enterramiento de Cristo, Soldados Romanos, Santo Sepulcro, Santa María Magdalena, San Juan y Santísima Virgen de la Soledad. Itinerario: Aire, Cañón, Mayor, Plaza San Sebastián, Puerta de Murcia, Sagasta, Tolosa Latour, Carmen, Santa Florentina, Parque, Serreta, Duque, San Francisco, Campos, Jara, Aire a Iglesia de Santa María de Gracia.

Sábado Santo. Contrasta esta última procesión marraja, denominada de la Vera Cruz y que data de 1956 con motivo de los cambios introducidos en la Liturgia de la Iglesia Católica, con la del día anterior. En la tarde de este día se recoge el sentido penitencial, iluminado por la luz de las ceras de los hachotes, en el que la Vera Cruz, con el Lignum Crucis, es la que preside el recogimiento procesionista de este desfile. La despedida que se tributa a la Santísima Virgen de la Soledad de los Pobres, marca el punto final de los cortejos marrajos en la recogida y sentida salve ofrecida en el dintel de la puerta de Santa María de Gracia.

Salida: 20 h. desde la Iglesia de Santa María de Gracia. Orden y composición: Grupo de acompañamiento del Sudario, Granaderos Cadetes, Santo Cáliz, Santo Sudario, Santas Mujeres, Santo Amor de San Juan, Vera Cruz, Santísima Virgen de la Soledad de los Pobres, Piquete de Granaderos. Itinerario: Aire, San Miguel, Campos, San Francisco, Plaza de San Ginés, Duque, Caridad, Serreta, Plaza de López Pinto, Parque, Santa Florentina, Puerta de Murcia, Mayor, Cañón, Aire a Iglesia de Santa María de Gracia.
La salida de las Santas Mujeres es a las 20'10 h. desde el Rectorado de la Universidad Politécnica. El trono es portado a hombros por 140 mujeres portapasos, que visten beca universitaria por su vinculación con dicha institución, recorriendo las calles Puerta de la Casa de Misericordia, San Diego, Plaza de la Merced, Duque, donde se integra en la procesión de la Vera Cruz.




Virgen del Rosell


La Virgen del Rosell, con una antigüedad probable del siglo XIII, es la Patrona de Cartagena y también de la Orden de Santa María de España, creada por el rey Alfonso X el Sabio. Actualmente recibe culto en la Iglesia de Santa María de Gracia.

Las primeras noticias que tenemos de esta talla las encontramos en la leyenda popular. Se dice que un pescador, llamado Ros y de ahí su nombre (¡Ros, él la encontró!; Ros, él…; Rosell), encontró la imagen flotando (o enredada en sus redes) en las aguas de Cartagena. Este hallazgo milagroso tiene su continuación en otras historias, como que el autor murió sin ver terminada su obra y unos ángeles la acabaron, las rosas se convertían en oro al ponerlas en su mano, que se volvía invisible en épocas de peligro y por ello nunca fue profanada. De estas tradiciones también surge que su procedencia es bizantina, del siglo VI. También se dice que su nombre proviene de cuando un caballero lemosín que acompañaba a las tropas castellanas que toman la ciudad en 1265, le cuelga un valioso rosario que había traído de la Cruzada y la nombró Virgen del Roser; también se dice que el nombre de Roser viene por el ramo de rosas que sostiene la Virgen. Ni en el nombre se ponen de acuerdo, pues también se dice que su verdadero nombre es Rosel, que el nombre actual fue un error tipográfico.
La iconografía de la escultura, de bulto redondo, madera estofada y policromada, representa a una talla sedente, en posición frontal y morena, típica de los siglos XII y XIII, en un trono dorado con el Niño Jesús en el regazo y una rosa en su mano derecha. El Niño, además, porta el orbe del mundo en su mano izquierda mientras que con la otra bendice. La policromía original no se conserva, siendo la actual producto de sucesivos repintes en los siglos XVI y XVIII. La Virgen se alojaba en la única iglesia del pequeño recinto de nuestra ciudad.
Se supone que al llegar las tropas del príncipe castellano Alfonso, en 1245, existiría ya el culto a la Virgen del Rosell. En 1250, manteniendo la tradición cartagenera de que la ciudad había sido sede episcopal desde el siglo I d.C. por designación del propio Apóstol Santiago, quien desembarcó en la Península por este puerto y dispuso que aquí se levantara el primer templo episcopal de España, Alfonso X restauraría también la diócesis cartagenera y pronto comenzó la construcción de una catedral, la Catedral de Santa María de la Asunción de Cartagena. Finalizadas las obras, la Virgen del Rosell sería trasladada al templo mayor de la ciudad; aquí recibiría culto ya como patrona de Cartagena, presidiendo una hermosa capilla junto a las efigies de los Cuatro Santos (Fulgencio, Isidoro, Leandro y Florentina).
Sí hay constancia histórica en los sellos de cera de la Orden del Rey Sabio. Esta Orden, denominada “Orden de Santa María de España”, fue creada por Alfonso X en 1272 y que, dividida en cuatro conventos (Cartagena, a la cabeza de todas ellas, que tenía a su cargo la costa castellana del Mediterráneo; San Sebastián en el Cantábrico; La Coruña en el Atlántico; y el Puerto de Santa María en el estrecho), tenía como sede central a Cartagena. El escudo de la Orden, se conformó desde un principio con una estrella de ocho puntas –la estrela do dia- en cuyo centro aparecía la efigie de Santa María del Rosell; por ello, la congregación fue más conocida fuera de la ciudad como "Orden la Estrella" y, a su Virgen, como "Santa María de España" o "Santa María de Cartagena". De esta Orden se puede decir que fue la precursora de la Infantería de Marina, pues era una milicia de infantería embarcada, para los “fechos allende mar”. Con la desaparición de los caballeros de Santa María, la abadía de Cartagena y la imagen de la Virgen quedaron finalmente bajo la custodia del Concejo de la ciudad.
Las Cantigas de Santa María, que reunió en una colección el rey Alfonso X el Sabio en honor de la Virgen María, son un conjunto de cuatrocientas veintisiete composiciones en galaico-portugués, la lengua fundamental de la lírica culta durante el siglo XIII en Castilla. La número 339 está dedicada a Santa María del Rosell, titulada “En quantas guisas”, sin duda una de sus advocaciones marianas preferidas, no en vano la nombra patrona y señora de la Orden de Santa María de España.
Esta é como Santa Maria guardou ha nave que non perigoasse no mar.

En quantas guisas os seus acorrer 
sab' a Virgen, non se pode dizer. 
Ca acorre en coit' e en pesar 
e en door a quena vai chamar, 
e acorre nas tormentas do mar; 
ond' un miragre quero retraer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
No reino de Murça un logar é 
mui forte e mui nobre e que sé 
sobelo mar, e jur' en bõa fe 
que muit' adur pod' om' atal veer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Este logar Alecante nom' á, 
e omes per mar muitos van alá 
e per terra, ca en logar está 
d'as gentes muit' y de sa prol fazer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Porend' en Cartagena se partiu 
ha nave, e eu vy quena viu; 
e ynd' alá, pelo fondo s'abriu 
assi que muita d'agua foi coller.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Os que na nave yan log' enton 
aos santos fezeron oraçon; 
mais u ome bõo lles disse: Non 
á y quen nos possa tanto valer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Como a Virgen, que Madr' é de Deus, 
que senpr' ajuda e acorr' os seus; 
e porend' ora, ai, amigos meus, 
mercee lle peçamos sen lezer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
E eles o fezeron log' assy, 
e pois cataron a nave des y 
per u entrara a agua, e y 
foron todos por consell' y põer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
E o consello deles foi atal 
que sacassen, e non fezessen al, 
a agua da nave. Mais a que val 
aos coitados lles foi y valer. 
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Ca per u a nave se foi abrir 
foy y tres peixes enton enxerir, 
assi que non pod' entrar nen sayr 
agua per y pois nen enpeccer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Aos da nave foi enton gran ben 
quand' esto viron, e deron poren 
graças a aquela que nos manten; 
des i foron logo porto prender
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
En Alecant'. E logo que chegou 
a nav', o maestre dela catou 
per u entrara a agu' e achoti 
tres peixes engastõados jazer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Na nave, que non á tan sabedor 
maestre nen tan calafetador 
que podesse calafetar rnellor 
per cousa que y podesse meter.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Enton o maestr' os peixes prendeu 
e os dous que eran mortos comeu; 
e o que ficava vivo tendeu 
ant' o altar polo todos veer.
En quantas guisas os seus acorrer... 
  
Na eigeja da Madre do gran Rei, 
que fez muitos miragres, com' eu sei, 
por que a loo sempr' e loarei 
enquant' en aqueste mundo viver.
En quantas guisas os seus acorrer...

Traducción:

Esta es de cómo Santa María salvó una nave que con mucho peligro estaba en el mar.

De cuántas formas podemos ser socorridos
por la santa Virgen, no se puede decir.
Aconteció un caso cumplido
y es algo que quiero contar,
cuando corrían unas tormentas en el mar;
ocurrió un milagro que quiero recordar.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

En el reino de Murcia, en un lugar
muy fuerte y muy noble que
tiene mar, con gente de mucha fe
es donde muchos tal sucedido pudieron ver.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

A un lugar nombrado Alicante,
muchos hombres van allá por mar
y por tierra, que es lugar
lleno de gente y todo allí se puede lograr.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

Desde Cartagena partió
la nave, y al poco tiempo;
los de allá, vieron como el fondo se abría
y que mucha agua comenzó a entrar.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

Como la nave estaba alejada
a los santos oraron de corazón;
mas un hombre bueno les dijo: No
hay quien nos tenga en tanto valor.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

Como la Virgen, que es Madre de Dios,
siempre ayuda y socorre a los suyos;
después de orar, ay, amigos míos
merecemos la pena contar lo que ocurrió.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

Lo que ocurrió fue lo siguiente,
después de examinar la nave
por una entrada de agua, se
fueron todos por su consejo y poder.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

Este consejo que se les dio fue
que se fuesen, y que no tocaran nada,
ni el agua de la nave. ¿Mas qué valor
este consejo puede tener?
De cuántas formas podemos ser socorridos...

La mella no se podía abrir
porque había tres peces que hacían tapón,
para que en ella no pudiera entrar ni salir 
el agua que quería irrumpir.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

Entonces la nave tuvo un gran viento
y los que esto vieron, dieron gracias
a aquella que nos mantiene;
y llegaron luego al puerto amarrar.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

En Alicante. Después que llegó
la nave, el maestro investigó
por donde había entrado el agua
y tres peces embutidos allí encontró
De cuántas formas podemos ser socorridos...

La nave, que disponía del mejor
Maestro calafateador
que nunca pudiera calafatear mejor
vio por qué no pudo el agua entrar.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

Entonces el maestro cogió los peces
y dos que estaban muertos, los guardó;
y el que estaba vivo lo tendió
en lo alto del altar para que todos lo vieran.
De cuántas formas podemos ser socorridos...

No hay mayor gloria de la Madre del Gran Rey,
que hacer muchos milagros, porque por ellos,
daremos gracias siempre y seguiremos loando
a cuanto en este mundo vive.
De cuántas formas podemos ser socorridos...


En el siglo XVI se procede a restaurarla, “con tan mala fortuna que le borraron sus rasgos originales por lo que es difícil datarla”. Se ignora desde cuando ya es patrona, pero fue anterior a 1554, porque en los libros de Actas, que empiezan en ese año, ya se hace mención de la Virgen del Rosel como patrona, llamándola "Nuestra especial Patrona Maria del Rosel".

En 1571, el Ayuntamiento de Cartagena, propietario de la imagen, encargó al ingeniero militar Juan Bautista Antonelli la construcción de una capilla y un retablo en la catedral para el culto a la Virgen del Rosell. Tiene lugar en Cartagena, el día 16 de abril de 1611, una solemne procesión para implorar aguas, compuesta de Ntra. Sra. de la Concevición, Ntra. Sra. del Rosell, Ntra. Sra. de los Remedios y San Ginés de la Xara.

La principal intervención de la Virgen del Rosell a favor de la ciudad se produjo el 25 de noviembre de 1694, con un maremoto; por esa intercesión, con la denominada “Borrasca de Santa Catalina”, se efectúa un “voto” de solemne función religiosa por haberse librado la ciudad. Este voto aún se mantiene en nuestros días.

Con motivo de la toma de Valencia, en mayo de 1707, por las tropas leales a S.M., el rey D. Felipe V, acuerda el Municipio de Cartagena celebrar grandes festejos, y que fueran publicados solemnemente por las calles. Estos habrán de consistir en repique de campanas e iluminaciones durante tres días, y el domingo, último día de ellos, función en la Iglesia mayor a la Virgen del Rosell y Cuatro Santos. Este mismo mes, el día 15, también se celebra una solemne función en la iglesia parroquial a la Virgen del Rosell y Cuatro Santos, esta vez por la victoria en la batalla de Almansa.

En 1710 tenemos noticias de la Virgen en la sesión celebrada el 29 de enero con la concesión de la licencia a un vecino para labrar unas fanegas de tierra, destinándose el terraje para costear el aceite de la lámpara que esta ciudad tenía acordado sostener encendida a Nuestra Señora del Rosell. El día 6 de febrero de 1714 se saca en procesión por las calles de Cartagena a la Virgen del Rosell en rogativa por la enfermedad de la reina.

Por encargo del Ayuntamiento, Francisco Salzillo talló las imágenes de los Cuatro Santos de Cartagena, de gran devoción en la ciudad y culminados en 1755, siendo las imágenes colocadas en la capilla municipal de la catedral flanqueando la imagen de la Virgen del Rosell.
Con motivo de la terrible epidemia de tercianas (paludismo) que afligía al vecindario, se acuerda el día 9 de octubre de 1761, sacar en procesión las veneradas imágenes de la Virgen del Rosel y Cuatro Santos, dejándolas en rogativa en la iglesia de Santa María durante nueve días, en demanda de lluvias que se cree restablecerán la salud pública. No obstante el fervoroso ruego del vecindario, se negó el cielo a regar nuestros abrasados campos, por lo que se puso en rogativa a la Virgen de la Caridad (que llegó a la ciudad en 1723), cuya Santa imagen recabó el suspirado rocío y desde aquel día se conquistó un entrañable amor en el corazón de los cartageneros.

En el cabildo celebrado el 11 de octubre de 1790, a propuesta del capitular D. Francisco de Anrich, se acordó: “que con motivo de la patente protección ejercida sobre esta ciudad por San Dionisio y por sus patronos e intercesores la Santísima Virgen del Rosel y los gloriosos Cuatro Santos, librando a esta ciudad de las desgracias acaecidas en otras poblaciones con motivo del horroroso terremoto que tuvo lugar en el día de aquel Santo, se vote por el Ayuntamiento perpetuamente como fiesta, el expresado día de cada año, teniéndole como abogado protector al par que a la Santísima Virgen del Rosel y los Cuatro Santos de Cartagena, celebrándose en dicho día una solemne función semejante a la que celebra la ciudad en el día de Santa Catalina Virgen y mártir.”

Durante la Guerra de la Independencia (1808-1811), se utilizó a la Virgen en algunas coplillas con el fin de animar o exaltar al pueblo cartagenero:

«La Virgen de Rosell dice
que nunca será gabacha,
porque es patrona del pueblo
mas patriota de España»

En el Catálogo Monumental de España de Manuel González Simancas (1905-1907), nos describe la capilla y la talla cuando se adentra en Santa María la Vieja: “Capilla de Nuestra Señora del Rosell. 802.- En la hornacina central de esta capilla obra de mal gusto labrada á fines del siglo XVIII, aparece, sentada en moderna silla, la escultura tallada en madera y policromada de la Virgen del Rosell, patrona de Cartagena, en la que, para colorearla asi, recortaron el asiento que tenía. Esta imagen y la del Niño vestido con larga túnica (fot. 173) son más rudas que antiguas: las caras y las manos copiando con torpeza el natural; las plegadas telas acusando del mismo modo las formas humanas; los dibujos floreados de las coloridas telas; y el calzado de punta redonda que ciñen los pies de la Virgen, pues Jesús los muestra desnudos, revelan un estilo artístico no anterior a los primeros años del siglo XVI. Mide de altura 1m,05.”
La Ilustre Cofradía de los Cuatro Santos se constituye en 1780 para hacerse cargo del culto a los ilustres hijos de nuestra ciudad y, posteriormente, a la venerada y antigua patrona. Con motivo de celebrarse la Salve precursora del novenario a los Cuatro Santos, hijos ilustres de Cartagena, se organiza en abril de 1921, una solemne procesión para trasladar desde la Catedral Antigua a la de Santa María de Gracia, la imagen de la Virgen del Rosell. La referida procesión, recorrerá las calles siguientes: Concepción, Plaza de San Ginés, calle de Cuatro Santos, Aire, a la iglesia, donde será recibida la Virgen del Rosell con una gran Salve. Asistirá a la procesión el Clero con Cruz alzada, y comisiones de la Cofradía de los Cuatro Santos y corte de señoras de la Virgen del Rosell. Al día siguiente de la misa, la Virgen es trasladada nuevamente en procesión a la Catedral.

La procesión traslado de la Santísima Virgen del Rosell del año siguiente nos explica “El Porvenir” algo más, que el trono iba ricamente engalanado con flor natural, y conducido por la entusiasta y benemérita asociación de la Cruz Roja, que tuvo a gran honor este cometido mandada por el Sr. Velasco. Iban formando sendas filas todos los colegios de Cartagena, con sus directores, los asilados de la Misericordia, comunidades y hermandades religiosas. En la presidencia de Sras. iban las distinguidas damas viuda de Güell (en representación de la Presidenta doña Dolores Dorda), viuda de Delgado y señoras de Carmona y de Márquez. En la de caballeros el Sr. Alcalde, el teniente Hermano Mayor, los señores Márquez, Cata y otros señores en representación de la Cofradía; presidían también, representación del Clero Castrense y secular, con los señores Arcipreste, Egea y Saura que iban revestidos con el mejor terno que posee la Iglesia Parroquial precedidos de Cruz alzada. Cerraba tan cartagenera y hermosa procesión un piquete de Infantería de Marina y la laureada banda de este cuerpo.

En 1924, la Corte de Honor de la antiquísima Virgen del Rosell, histórica Imagen y patrona de Cartagena que se venera en nuestra Catedral, tenía iniciada una suscripción para obsequiar a los heridos de la guerra de África, que finalmente pasó a engrosar la suscripción abierta por el Ayuntamiento. En este año se celebró la función votiva en el Asilo de Ancianos, la Casa de las Hermanitas de los Pobres, lugar a donde se trasladó en procesión a la Virgen del Rosell. En 1925 fue trasladada al mismo sitio a hombros por una sección de camilleros de la Cruz Roja.
La Virgen del Rosell se encuentra dentro de la gran idea de reforma de la fachada de Santa María de 1926, como complemento decorativo de la puerta central, en loza de Talavera, junto con la imagen de Santa María de Gracia. En 1930 se celebra esta solemne función de nuevo en la Catedral Antigua.

Los trágicos acontecimientos provocados por la Guerra Civil entre 1936 y 1939 supusieron un nuevo y definitivo traslado de la Virgen del Rosell. Cartagena sufrió varios bombardeos que destruyeron gran parte de la ciudad y de sus tesoros, la catedral entre ellos. Pudo salvarse la imagen de la antigua patrona y muchas de las obras de arte que enriquecían su interior, pero el edificio quedó en el estado ruinoso que aún hoy presenta. La Virgen fue nuevamente entronizada al acabar la contienda, pero esta vez en la iglesia de Santa María de Gracia, presidiendo su altar mayor. La Ilustre Hermandad de los Cuatro Santos es la que se va a hacer cargo del mantenimiento de su devoción, además de la misa que se suele hacer conjuntamente a la Virgen con San Ginés de la Jara en la Catedral Antigua. Esto se produce el día 15 de diciembre de 1951 que, como dice la prensa de la época, “definitivamente instaurada en su trono presidencial de la iglesia Arciprestal de Cartagena, la Emperatriz y Reina de los CieIos y de la Tierra”. También se realizará un nuevo sillón-trono por suscripción popular.

La Asociación de Ntra. Sra. del Rosell y los Cuatro Santos también participa en la procesión del Corpus.

En 1960 se inaugura en el ensanche un núcleo urbano, de 134 viviendas, denominado “Virgen del Rosell”, construidas por la Obra Sindical del Hogar, que contó para dicho acto con el ministro de la Vivienda, Excmo. Señor don José María Martínez Sánchez-Arjona.

El premio de investigación histórica de la Virgen del Rosell, de los Juegos Florales Jacobeos de 1971, fue para D. Juan Soler Cantó, autor del trabajo cuyo lema es “Rosalinda”.

El día 26 de julio de 1973 fue entronizada una imagen de la Virgen del Rosell en el Hospital que lleva su nombre, abierto el año anterior en el Paseo Alfonso XIII.

Con motivo del 50 aniversario de la Consagración del Templo de Santa María de Gracia, se celebra el día 14 de diciembre del año 2001 una procesión con la Virgen del Rosell, visitando la Iglesia de la Caridad. La imagen, portada en el trono de la Soledad del Consuelo, fue llevada a hombros por los portapasos de las cuatro cofradías y cuantos cartageneros quisieron, siendo el trayecto repartido en ocho tramos.

En el año 2008 formó parte de la exposición “Regnum Murciae. La formación del reino cristiano de Murcia", en la sala de exposiciones temporales del Museo Arqueológico de Murcia.
En la fachada lateral de Santa María, que da a la calle San Miguel, junto con las copias de las piezas de alabastro de la Catedral, se encuentran 2 piezas más de los Cuatro Santos y otra de la Virgen del Rosell.

La Cofradía del Cristo del Socorro sigue perpetuando su culto y devoción con la estación penitencial que realiza en honor a la Virgen del Rosell durante su Vía Crucis, entrando en la iglesia de Santa María y ofreciéndole un ramo de flores. Además, la medalla de dicha cofradía lleva en el anverso a su primitivo Cristo del Socorro, y en su anverso la imagen de la Virgen del Rosell.
En la segunda dominica del mes de noviembre, en la Iglesia de Santa María, se realiza una Solemne Eucaristía y Ofrenda Floral en Honor de la Stma. Virgen del Rosell, antiquísima Patrona de la Ciudad de Cartagena, Señora de la Orden de Santa María del Mar y de la Orden de los Caballeros de Santiago, así como la función votiva a los Cuatro Santos. Esta misa se comenzó a celebrar, tras un largo periodo y a iniciativa de Antonio Navarro Zamora, en el mes de noviembre de 1993; la participación de las Cofradías viene desde el año 1999, y poco más tarde la ofrenda floral.



sábado, 17 de noviembre de 2012

Isaac Peral y el submarino

Isaac Peral y Caballero (1851-1895), militar, científico e inventor, su submarino revolucionó la navegación subacuática. Su prototipo se encuentra expuesto en su ciudad natal.
Isaac Peral y Caballero nació el 1 de junio de 1851 en la ciudad de Cartagena, más concretamente en el callejón de Zorrilla, en el Casco Histórico de dicha Ciudad, en donde una placa recuerda su memoria en el edificio en donde nació. Hijo de Juan Manuel Peral Torres e Isabel Caballero Díaz, fue el mediano de los hermanos; Pedro, nacido en 1849, y Manuel, en 1862. Todos ellos ingresaron en la Real Armada, siguiendo los pasos de su padre en la milicia.
El 9 de enero de 1860 mandó su madre una solicitud a la soberana Isabel II, la cual concedió al joven Isaac, de tan sólo ocho años, el título de aspirante de marina y a utilizar el uniforme de la corporación, con el compromiso firme de ingresar en la Escuela Naval en cuanto alcanzara la edad pertinente.
El 1 de julio de 1865 pasó el examen de acceso al Colegio Naval Militar de San Fernando, donde comenzó sus estudios, aplicándose por entero a la aritmética de Serret, la geometría de Rouché y Comberousse y al álgebra de Briot. El 26 de diciembre de 1866 se le dio el grado de Guardiamarina de segunda clase. Además, estudió la construcción naval, maniobra, pilotaje, astronomía, historia naval, historia de España, mecánica, física y máquinas de vapor.

Embarcó en la corbeta “Villa de Bilbao”, siendo su primer destino, el 21 de enero de 1867; este mismo año todos los guardiamarinas recibieron la orden de transbordar a la urca “Santa María”, un navío muy robusto preparado para largas navegaciones de altura a pesar de sus muchos años de servicio. En 1869 ascendió a Alférez de Navío.
Participó en la Guerra de Cuba en 1872, a bordo del buque 'Comillas' que partió para sofocar una insurrección anticolonial de la isla. Supo al llegar que su padre había muerto en combate en esa posesión española y cuentan que él mismo se enfrentó con espada a un ciudadano cubano que había insultado a su Patria. Dos años más tarde regresó de la isla a bordo del cañonero 'El Dardo', habiendo conquistado  la Cruz del Mérito Naval con distintivo rojo por el valor demostrado.

Al regresar a España, fue enviado a combatir en la Tercera Guerra Carlista, en un intento de poner a su candidato en el trono español. Así, en 1875 se embarcaba en la goleta “Sirena” con rumbo al Mar Cantábrico, participando en el bloqueo y bombardeo de Elanchove y Bermeo. Estas luchas peninsulares también le valieron a Peral el reconocimiento de sus superiores por su valentía. Terminada la guerra, Isaac Peral fue nombrado instructor de guardiamarinas en la fragata “Blanca” y en la “Numancia”, iniciando la experiencia docente en 1875, demostrando una vocación profunda por el saber y la investigación. En este tiempo Peral publicó su primer escrito, el “Tratado teórico-práctico sobre los huracanes”. Por este trabajo científico le fue otorgada la Cruz de Primera Clase de la Orden del Mérito Naval en 1877.

Durante toda su carrera militar en la Marina, el ideal de Isaac Peral había sido resolver el problema de la defensa de la nación frente a las modernas máquinas de guerra con que contaban otros países. Su invento era, en efecto, el arma de guerra perfecta. Nada tiene que ver su idea con la de Narciso Monturiol, creador de un sumergible de madera.

En 1876 contrajo matrimonio en Cádiz con María del Carmen Cencio, hija de médico de la Armada, teniendo nueve hijos, aunque cuatro de ellos fallecieron de pequeños.



En 1880, ya como Teniente de Navío, es destinado a Cartagena para embarcarse en una de sus misiones rumbo a Filipinas, estando al mando del cañonero de Cavite, ciudad en el puerto de Filipinas, realizando misiones de vigilancia y control. Allí fue jefe del Detalle de Ingenieros y miembro de las Comisión Hidrográfica, trabajando en el levantamiento de los planos del canal de Simanalés, avanzando en la cartografía de las islas. Un giro del destino hace que un barbero le realice, de forma accidental, una herida muy considerable en la sien, un corte profundo en una verruga que fue el origen de un tumor cerebral. A causa de esta enfermedad, se vio obligado a abandonar los viajes y asentarse en Cádiz, donde se dedicó desde 1882 a la docencia en la nueva Escuela de Ampliación de Estudios de la Armada, haciéndose cargo de la cátedra de Física-Matemáticas en el Observatorio de San Fernando, aprovechando para dedicarse a desarrollar su idea de un submarino propulsado eléctricamente y que incorporaba un sistema para disparar torpedos bajo el mar. Había prestado servicio en 32 buques diferentes.
Se encuentra plasmada la idea del submarino en unas cuartillas firmadas por su autor y tituladas "Proyecto de Torpedero Submarino" fechadas el 20 de septiembre de 1884, habiéndose convertido en este tiempo docente en un experto en acumuladores eléctricos y estaba trabajando en la aplicación de este sistema para desarrollar una máquina de ataque militar en inmersión.
En 1885 España es amenazada por la presencia alemana en las Islas Carolinas, donde llegó el acorazado germano "Iltis" con intención de izar su bandera, arrebatando este archipiélago a España. Peral decidió hacer públicas las ideas que tenía para revolucionar el sistema de defensa español, con su torpedero submarino, resuelto definitivamente el reto de la navegación submarina. Tras un riguroso análisis de su proyecto por los más cualificados científicos de la Escuela de Ampliación, los ilustres matemáticos Cecilio Pujazón y Juan Viniegra, éstos dieron su aprobación para que fuese trasladado al entonces ministro de Marina, Almirante Pezuela, quien recibió el proyecto con caluroso entusiasmo. Por desgracia, los sucesivos ministros que le sucedieron, demostraron indiferencia o abierta hostilidad (Almirantes Rodríguez de Arias y Beránger). El apoyo fue unánime, y ese mismo año comenzó a trabajar en las bases del gran invento. Recibió un primer presupuesto de 5.000 pesetas y se ocupó personalmente de viajar para adquirir en el extranjero los materiales que no encontraba en España: aparatos ópticos en París; accesorios y torpedos en Berlín; acumuladores en Bruselas; y aceros, motores eléctricos, hélices y tubos lanzatorpedos en Londres.
En ese proceso, el presupuesto inicial debió ser elevado varias veces, a medida que se iban montando las diferentes partes, hasta llegar a completar casi 300.000 pesetas. En el armado hicieron falta una gran cantidad de baterías de acumuladores, tres dinamos, dos motores de 30 CV, un tubo lanzatorpedos y otros elementos, además del metal para construir el casco, que tenía casi 22 metros de eslora. Esta parte de la construcción del submarino se inició en 1887. Haciendo cifras, se presupuestó en 301.500 ptas., según Peral su costo fue de 457.772,08 ptas., y según las cifras oficiales costó 931.154,46 ptas.
El 8 de septiembre de 1888, gracias al apoyo de la Reina Regente Dª María Cristina, el submarino fue finalmente botado en el Arsenal de La Carraca, Cádiz. El buque, con casco de acero, medía 22 metros de eslora, 2,76 de puntal, 2,87 de manga y desplazaba 77 toneladas en superficie y 85 en inmersión. Tenía una torreta en el centro, donde se ubicaban las escotillas de entrada al submarino. Su interior estaba pintado de color blanco y el exterior de color gris. Incorporaba, además, un moderno periscopio con corredera eléctrica y un gran número de pequeños detalles con los que Isaac iba resolviendo las dificultades de viajar bajo el agua, como la provisión de oxígeno (regenerando el aire por medio de un motor eléctrico) o el empañado de los cristales. En el interior se encontraba el puesto del timonel y la caseta de derrota, ambos preparados para ser maniobrados por dos hombres. El pasillo que recorría el submarino de proa a popa estaba pintado de blanco e iluminado por la luz eléctrica de las bombillas. En paredes y techo había cajetines de madera de color ocre que cubrían la canalización de las conducciones eléctricas. El suelo se forró con una alfombra de goma que actuaba como aislante de la electricidad que envolvía la nave.

La propulsión se obtenía de dos motores eléctricos de 30 caballos cada uno; la energía la suministraba una batería de 613 elementos. Incorporaba además un tubo lanzatorpedos, tres torpedos, periscopio, un sofisticado "aparato de profundidades", que permitía al submarino navegar en inmersión a la cota de profundidad deseada por su comandante y mantener el trimado (estabilidad) del buque en todo momento, incluso tras el lanzamiento de los torpedos, a partir de un doble sistema de hélices. Y todos los mecanismos necesarios para navegar en inmersión hacia el rumbo prefijado.


Las pruebas oficiales se desarrollaron a lo largo de 1889 y 1890, pese a los inconvenientes como la no autorización del permiso para efectuar la prueba clave y más elocuente que había solicitado el propio inventor: atravesar sumergido el estrecho de Gibraltar, desde Algeciras hasta Ceuta. A pesar de lo cual, demostró en las pruebas que se verificaron que podía navegar en inmersión a la voluntad de su comandante, con el destino, rumbo y cota predefinidas y en mar abierto. Además, demostró que podía atacar, sin ser visto, a cualquier buque de superficie. La Comisión Técnica nombrada al efecto avaló el éxito de las pruebas del primer submarino de la historia. Sin embargo, oscuros intereses nunca aclarados motivaron que las autoridades del momento desecharan el invento y alentaran una campaña de desprestigio y vilipendio contra la persona del inventor, al cual no le quedó más remedio que solicitar la baja en la Marina e intentar aclarar a la opinión pública la verdad de lo sucedido. Una hipótesis que puede aclarar esta oposición es la candidatura de Peral a Diputado por el Puerto de Santa María de Cádiz, a la que se presentaría también el hijo del ministro José María Berenguer.



A finales de 1890, la Armada dictaminó la anulación del proyecto del submarino y también su desguace. El nuevo ministro de Marina, Cánovas del Castillo, debió ejecutar el dictamen de su predecesor y enemigo de Peral, José María Berenger, quien pedía a Peral entregar toda la maquinaria de funcionamiento de la nave, la que se terminó de extraer en 1892. Como agradecimiento a su gesta, la Marina le concedió la medalla del Mérito Naval con distintivo rojo por la valentía con que asumió las pruebas.

El 5 de noviembre de 1891 se licencia del servicio, tras 26 años, y es operado de cáncer en Madrid, en donde se establece. Trabajó un tiempo para una empresa alemana de electricidad, hasta que fundó su propia compañía “Centro Industrial y de Consultas Electro-Mecánicas”, y más tarde, el 2 de agosto de 1893, la “Electra Peral-Zaragozana”. Desde ellas, el científico Isaac prosiguió poniendo sus conocimientos en práctica, con nuevos e ingeniosos inventos, como un ascensor eléctrico (patentes nº 12.073 y nº 12.837) y el prototipo de la ametralladora eléctrica, que fue usada después en la Primera Guerra Mundial, y que no llegó a registrar en España. También había dejado trazadas las primeras centrales eléctricas de España, y sus inventos eran solicitados desde el extranjero. Entre sus patentes se encuentran el acumulador eléctrico (patentes nº 7.073, nº 7.079 y nº 10.582) y el varadero de embarcaciones para torpederos (patente nº 7.503), premiado con una medalla de oro en la Exposición Universal de Barcelona en 1888. También, en relación con los inventos ideados para el submarino, Peral fabricó un proyector de luz (patente nº 7.975).
Se le impide publicar su "Manifiesto" en ningún medio de comunicación, en el cual intentaba defenderse y limpiar su nombre, consiguiéndolo en un periódico satírico llamado "El Matute", tras costeárselo él mismo.
Isaac Peral era todo un personaje en su tiempo, demostrado en una obrita, estrenada en 1895 en El Puerto de Santa María, señalando la Revista Portuense escenas de verdadera gracia y vis cómica, entre ellas la de la Electra Peral Portuense, personaje que tenía en sus manos un tridente, en cuyas puntas lucían tres lámparas eléctricas de diversos colores. El personaje femenino, en un sentido homenaje al que fuera candidato a diputado por la ciudad, declamaba:

Yo soy la luz eléctrica, señores,
la que más se asemeja a la del día;
la que en esta ciudad de Andalucía,
de la ciencia derrama resplandores.

No hay nadie que me mire y no se asombre
en este siglo lleno de portentos:
soy el no más allá de los inventos,
la última prueba del saber del hombre.

Por más que mis ventajas se disputan
cuantos aman la ciencia y el progreso,
víctimas del obscuro retroceso
pocos pueblos de España me disfrutan.

Cabe al Puerto el honor de que él ha sido
uno de los primeros que ha gozado
las ventajas de llevar este alumbrado;
y este honor se lo tiene merecido.

Pues digno de mejoras y de honores
es todo pueblo noble y patriota;
todo pueblo que lucha hasta ver rota
la red en que le envuelven sus traidores.

Y El Puerto, en lucha atroz por la justicia,
la razón, la verdad y el patriotismo,
triunfó de la coacción y el egoísmo,
de la envidia, la saña y la malicia.

Recompensa, no más, a su hidalguía
aquel por quien luchó le ha dispensado,
y si el éxito hubiese coronado
su justa aspiración, más le daría.

Invento que honra el siglo XIX
¿sabéis por quién lo tiene El Puerto?
¿Quién lo instaló con tan notable acierto?
¿Sabéis mejora tal a quién se debe?

Al sabio que hoy admira el mundo entero;
al español hidalgo, genuino;
al ilustre, al patriota, al gran marino
don Isaac Peral y Caballero.

El 4 de mayo de 1895 Isaac Peral se traslada a Berlín (Alemania) para ser operado nuevamente del cáncer cerebral, viajando con su mujer y dos de sus hijos para una intervención de urgencia, pero un descuido en las curas le produce una meningitis que acaba finalmente con su vida el día 22 de mayo, con tan sólo 43 años. Los restos de Peral son trasladados a Madrid, donde son enterrados el día 29 de mayo de 1895, en el cementerio de la Almudena. Ese mismo año se le pretende hacer justicia con una iniciativa gaditana de llevarlos al Panteón de Marinos Ilustres, a lo que se negó su familia. En 1917 la Armada Española se vuelve a acordar de Isaac Peral dándole su nombre al primer submarino operativo.
Desde un periódico cartagenero, a iniciativa de su propietario Manuel Dorda y Mesa, presentó la idea de que su ciudad natal acogiera con honores los restos de tan ilustre marino e inventor. El 11 de noviembre de 1911, los restos son exhumados y trasladados a Cartagena, donde reposan actualmente, en el cementerio de Nuestra Señora de los Remedios, y el 1 de noviembre de 1927 pasaron al panteón actual. El mausoleo se construyó siendo alcalde de Cartagena Alfonso Torres y siendo capitán general del Departamento Juan Bautista Aznar, que fue discípulo de Peral. De la familia Peral, asistieron sus hijos Antonio y Carmen, ésta con su hijo mayor y su sobrino Isaac. Ante él, el día 1 de noviembre de cada año, la Armada le rinde homenaje en su condición de submarinista, y era tradición que las dotaciones de los submarinos extranjeros que atracaran en el puerto visitaran su tumba.

En 1915 el Ayuntamiento de Cartagena había acordado iniciar los trámites para erigirle un monumento, pero no llegó a prosperar, reactivándose al recibir el proyecto ofrecido por Manuel Jorreto Madrona un año después. El 9 de junio de 1916 el Ayuntamiento acuerda iniciar una suscripción nacional para acopiar los fondos necesarios para su construcción, que tampoco llegó a ver la luz.
Noticia aparecida en la revista “La Construcción Moderna”, de fecha 30 de octubre de 1916:
“Monumento a Peral en Cartagena.- En breve se verificará en Cartagena la ceremonia de colocar la primera piedra del monumento proyectado para honrar la memoria del ilustre marino Isaac Peral, inventor del submarino de su nombre, hijo de aquella ciudad.
El monumento es obra del notable escultor D. Manuel Jorreto y del reputado arquitecto D. Francisco Reynals y Toledo. En su conjunto es sencillo y elegante. La columna que se eleva sobre el pedestal donde descansa la figura sedente de Peral afecta la forma plástica del castillo heráldico de Cartagena. La planta simboliza la Marina, en la silueta exacta del ancla, cuyos tajamares se abren sobre las aguas que la rodean.
Contribuyen a su elegancia y belleza unos grupos de nereidas y tritones, portadores de focos eléctricos y faroles. Del frente principal orientado al mar, levántase impetuosa ola, de la que emerge la simbólica figura del Genio, jinete en un caballo marino: grupo de gran atrevimiento. El golpe de mar rompe contra el bastión donde descansa el sabio inventor. Hállase éste en actitud de estudiar sus planos y escuchando los consejos de la Inspiración, cuya grácil figura surge vaporosa de las aguas.
El frente posterior, cuyo macizo central componen los brazos del ancla en graderías curvas, que ascienden al castillo, ostenta en su base la figura de la Ciencia española guardando la placa conmemorativa del primer ensayo del submarino, realizado en la bahía de Cádiz. Sobre aquella se eleva el castillo, como colosal columna coronado por la Fama.
El inspirado escultor Sr. Jorreto y el notable arquitecto Sr. Reynals merecen cumplida enhorabuena por su obra, que perpetuará dignamente la memoria del ilustre marino.”


En 1929, en la Exposición Iberoamericana, se dedicó una sala monográfica a Peral y en 1938 el Gobierno de la República realiza una emisión de sellos para el "correo submarino" a la isla de Menoría. En 1988, con motivo del centenario de la botadura del submarino, se realizan nuevas emisiones de sellos y se organiza, el mismo año, una exposición itinerante organizada por el Ministerio de Defensa.



Su figura se honra en Cartagena con la exposición del submarino que inventó, en el Paseo Marítimo denominado de Alfonso XII (actualmente en dicho emplazamiento aunque pendiente de decidir si se traslada junto al Museo Naval o dentro del ARQUA, debido a su deficiente estado de conservación). 

Además, con la placa ya mencionada en la calle en donde nació; poniendo su nombre a la calle principal de la ciudad, la actual calle Mayor; un instituto; un barrio, considerado en su momento el barrio más distinguido de Cartagena, Los Molinos, cambio de denominación producido en el año de 1889, conocida la noticia del arresto de Peral por orden del ministro de Marina, cuando un grupo de vecinos quiso apoyarlo y acompañarlo desde su ciudad natal poniendo el nombre "Barrio de Peral" al grupo de calles que los reunía, solicitando la autorización al ayuntamiento. Desde entonces, el conjunto de calles del barrio se reparte con orgullo los nombres de Peral, sus compañeros de dotación y, por supuesto, su invento, denominando a la calle principal Submarino, además de existir una plaza con el nombre de su mujer. En el barrio también se añadió el 3 de junio de 1951, con motivo de cumplirse el primer centenario del nacimiento de Isaac Peral, un busto del escultor Luis Bolarín (que había realizado en 1944), en la Plaza Sánchez Doménech, fundido en bronce en los talleres del Arsenal Militar, actualmente en el Museo Naval. Más tarde sería sustituido por una escultura de cuerpo entero en bronce del inventor, realizada por el escultor Domingo Llor en 1999.


En 1986 se inaugura el Museo Naval, con una sala especialmente dedicada a Peral. En ella se exhiben planos del submarino, documentos y objetos personales que ya forman parte del Patrimonio Nacional. También en esa sala se puede apreciar el busto del cartagenero, un óleo del siglo XIX que muestra la construcción del Submarino Peral y el retrato de Peral realizado por el Ferrán. De especial atracción resulta el único objeto original conservado del interior del submarino, una metopa, que se alberga en la Sala, en la que además se ha querido recrear el despacho que tenía Peral en Madrid, allá por el año 1890.
Una celebración única se sumó en el puerto de Cartagena la noche del 30 de octubre de 1993, consistente en una "Naumaquia" en honor a Isaac Peral: más de mil personas se concentraron y participaron en la composición anónima y multitudinaria, haciendo sonar bocinas de barcos, campanas de iglesias, tambores, cañones del ejército de tierra y fuegos artificiales.

El prototipo de Peral quedó abandonado en el Arsenal de la Carraca en 1892. En 1914, el alcalde de Cartagena, Miguel Tobal, pidió al Gobierno que el submarino fuera conservado y se enviara a la ciudad, evitando así que se cumpliera una Real Orden para desguazarlo. Pero no fue hasta el 27 de noviembre de 1929 que, remolcado por “'El Cíclope”, el submarino llegó al Arsenal de Cartagena, la tierra donde ya reposaban también los restos de Peral. La decisión se concretó cuando Mateo García de los Reyes escuchó la petición de Pedro Mercader, Capitán General del Departamento Marítimo de Cartagena, quien le hizo ver el riesgo que corría el viejo casco, ya casi herrumbrado en La Carraca. Pedro Mercader había trabajado con Isaac Peral en la construcción de la nave, como oficial de electricidad del submarino.



Al llegar a Cartagena el casco quedó instalado en la explanada de la Base de Submarinos del Arsenal, hasta que en 1965, siendo alcalde Federico Trillo-Figueroa, la Armada lo donó a la ciudad, quedando expuesto cerca del monumento de los Héroes de Cavite y de Cuba, frente al Gobierno Militar. Al no haber los suficientes medios técnicos en esa época, no se podía elevar el submarino por encima de los muros del Arsenal, por lo que hubo que trocearlo en tres partes y sacarlo por las puertas. 




Con motivo de la Exposición Universal celebrada en Sevilla en 1992, sale de su ubicación por un periodo superior a un año, siendo la principal atracción del pabellón de la Región de Murcia. 

El 23 de agosto de 2002 es trasladado a su actual sitio, siendo imagen y señal de la Ciudad.

Está previsto que el primer submarino de la serie 80, con su probable botadura en marzo de 2015, se llamado "S-81. Isaac Peral".
La imagen del submarino fue variando según el paso del tiempo, siendo, tras su limpieza y adecuación para ser expuesto al público, la tonalidad de gris claro su color. En 1973 se lo pintó de dos colores: gris claro arriba y azul marino abajo, en lo que sería la "obra viva", la que queda bajo el agua en flotación. Poco más tarde, se retornó al lógico color gris, aunque bastante oscuro; hasta que en los años 80 se le pintó de una extraña manera, también marcando la división entre lo que queda fuera al flotar, "obra muerta", que se coloreó de gris claro; y la parte inferior de color rojo. Ante las protestas lógicas, se volvió a pintar de gris oscuro antes de partir a la Exposición de Sevilla, y al retornar, en 1993, se le retocó de un color gris muy claro. En 2002, al ser ubicado en el Paseo Marítimo, el submarino asumió su original color gris oscuro, con su proa mirando al mar.

Las fotos que se exponen a continuación, tomadas en el año 2010, muestran el estado real de conservación del exterior e interior del submarino, el cual ha llevado a replantear muy seriamente su reubicación, como ya dijimos anteriormente.
Este traslado se realizó finalmente el día 15 de diciembre de 2012, comenzando las maniobras de alzado a las 7 de la mañana con una gran grúa de 250 toneladas, a las 9.30 fue depositado el submarino en una plataforma remolcada por un camión que lo llevó a la antigua nave de fundición del Arsenal Militar, finalizando el operativo sobre el mediodía.
En agosto de 2013 se puede observar el desarrollo de la restauración. Está prevista su exposición en septiembre de este mismo año.