Si atracamos en el puerto de
Cartagena, hacemos entrada en la ciudad por la Rua Principal, denominada
actualmente calle Mayor. Esta calle principal es de las más antiguas,
diciéndonos la tradición, no demostrada, que las aguas llegaban hasta la
embocadura de ella, siendo desde siempre de las más concurridas, siendo paso
obligado de cualquier acto o procesión.
En esta calle se levantaban los
mejores edificios, moradas de las autoridades y de los hijosdalgo cartageneros.
Noticias de esta calle como tal tenemos desde 1570, en el que se hizo un
frontón para un juego de pelota. A la entrada de la calle Mayor, a mano
izquierda, se levantó a principios del siglo XVI el Hospital de Señora Santa
Ana, mas tarde de San Juan de Dios, y que duró hasta 1835, alcanzando sus
dimensiones hasta casi al frente de la calle de Andino. En 1582 se prohíbe la
entrada de carros bajo multa de 1.000 maravedises por cada carro que entrase, en
1590 se renueva dicha prohibición colocándose mármoles y pilares a la entrada, igualmente
refrendada en 1601 al prohibir el ayuntamiento el paso de toda clase de
carruajes por ser estrecha y de carrera pública, y en consecuencia manda
aderezarla convenientemente, reparando y reponiendo los mármoles. En esta calle
residía en 1614 el Duque de Saboya, el príncipe Emanuel Filiberto, vivienda
situada en la esquina con la calle Andino. En 1766 se propone reparar el
enlosado de la calle Mayor.
Entre los edificios principales
de esta calle podemos encontrar:
- Casa Cervantes, número 11, primera obra de Víctor Beltrí
en el año 1900, de estilo modernista, bajo el encargo del empresario Serafín
Cervantes Contreras. Destaca por sus dimensiones sobre los demás edificios
modernistas situados en esta misma calle. La fachada incorpora los típicos
miradores blancos cartageneros. Abundan los símbolos relacionados con el
comercio, la industria y la minería. En este edificio, antes de pertenecer a la
CAM, se encontraba el restaurante Café España, destacando unos dulces llamados
“suspiros” en los cuales se inspiró el compositor Antonio Álvarez Alonso para
componer el famoso pasodoble Suspiros de España.
- Casino
de Cartagena, número 13, está declarado Bien de Interés
Cultural por la Región de Murcia. El origen del
edificio es del siglo XVIII (Palacio del Marqués de Casatilly), reformado en
1870 y definitivamente en 1897 por Víctor Beltrí. Esta casa alojó en 1823 al Mariscal
de Francia Gabriel Jean Joseph Molitor, Conde de Molitor. El edificio ocupa una superficie
de 659 m².
La puerta de acceso al casino ocupa las alturas del
bajo y el entresuelo, diferenciándose plásticamente del resto de la fachada por
sus muros acristalados con pilares y vigas de hierro, denominadas 'peceras'.
El primer piso tiene un balcón principal, más
adornado que los otros cinco restantes. Sus enmarques y guardapolvos están
decorados con latiguillos, y el diseño de los hierros se basa en el tema de la
palmeta, similares a los del interior del Casino de Murcia. La planta superior
es una sucesión de columnillas con capitel geométrico que sugieren una galería.
Entre ellas se alternan ventanas y medallones que representan la guerra, las
artes, la industria, el comercio y las ciencias. El edificio se organiza en
torno a un patio central con galería en la segunda planta, a la que se accede
por la escalera de madera, que se encuentra a la derecha del patio.
En los pisos principales se reproduce el mismo
esquema, con las estancias perpendiculares y paralelas en torno al patio y la
galería. En ellas los socios practicaban tertulias, jugaban al billar o al
ajedrez, leían la prensa, organizaban actos, etc. Uno de los aspectos más
atractivos del Casino cartagenero es su sistema de iluminación cenital, que
distribuye la luz entre las principales estancias del edificio. En el interior,
por el patio acristalado y la galería del primer piso que lo rodea, junto a los
lunetos de las cajas de la escalera. También llega la luz a la galería
superior, de madera y con cristales grabados al ácido que reproducen palmeras y
cañas de indias.
La decoración es predominantemente modernista,
destacando los muebles de Viena que se adquirieron para el gabinete de lectura,
el aseo y el zaguán. Los azulejos de la entrada y del patio son de Triana, y
las dos muchachas lámpara es probable que procedan de una fundición francesa. El
arquitecto Beltrí diseñó también las columnas del patio, labradas en mármol
blanco al estilo de las de la Universidad de Barcelona. La escalera de madera
es de Amaré, que realizó trabajos de forja en las barandas y sus barrotes
tienen formas bulbosas y flores. Una de las salas modernistas más
impresionantes, está decorada con un estilo muy refinado. Tiene un zócalo de
madera ondulado con decoración floral y de círculos vieneses, y por el techo se
dibuja una cenefa de flores. En el centro hay una escultural lámpara llamada
'Gloria coronando al Genio', de probable procedencia francesa. Todas las
paredes de la biblioteca y su acceso están cubiertas de madera, dando a la
estancia un estilo de sobriedad. La sala está iluminada cenitalmente por una
claraboya alargada con estructura de madera y adornos de azulejos. Los cristales de la biblioteca son
también grabados al ácido, como los de la galería, con temática de cañas de
indias y una alta calidad. Los que se encuentran en la puerta del bar, en el
patio, tienen una temática diferente en cada hoja: pájaros, jóvenes y
atardeceres, enmarcados en el más puro estilo modernista.
- Casa Llagostera, número 25, obra de Víctor Beltrí para la familia Llagostera, comerciantes catalanes afincados en Cartagena dedicados a la industria textil. La fachada de este edificio
construido en 1916 está concebida como soporte de la decoración cerámica,
reduciéndose en su construcción al esquema cartagenero a base de balcones
centrales y miradores laterales. La obra cerámica de Gaspar Polo reproduce las
figuras alegóricas de Minerva y Mercurio y los escudos de Barcelona, Cartagena, Murcia y Manlleu.
- Iglesia de Santo Domingo y Capilla Marraja, número 28. En
1580 se fundó el convento de predicadores de Santo Domingo bajo la advocación
de San Isidoro.
Por Real Decreto de 25 de julio de 1835 fueron suprimidos los
conventos, vendiéndose a particulares toda la parte del inmueble que estuvo
destinada a la comunidad, quedando sólo la iglesia. En 1875 fue declarada
Parroquia Castrense de San Fernando. De esta iglesia compra la Cofradía Marraja
una capilla de reducidas dimensiones, en 1641, para rendir culto a su Titular,
siendo éste el primer documento que existe de dicha cofradía. Dicha capilla
sería posteriormente ampliada, y su configuración
definitiva tuvo lugar en los años iniciales del siglo XVIII. De esta
capilla saldrían las procesiones marrajas de la madrugada y noche del Viernes
Santo. Actualmente se puede visitar un precioso retablo barroco finalizado en
1731.
Esta calle también recibió el
nombre de Calle de la Marina Española en 1868; con motivo del éxito en las
pruebas del submarino en 1889, es llamada de Isaac Peral.
Bibliografía:
-
Fechas y fechos de Cartagena. Isidoro Martínez
Rizo. 1894
-
Historia de las calles de Cartagena. Federico
Casal. 1930
-
Calles de Cartagena. Juan Antonio Gómez
Vizcaíno.